Hace ya tiempo que me hicieron esta pregunta, una buena pregunta que no estoy capacitada para responder pero que me parecía interesante contestar. Por eso pedí ayuda a dos profesionales, Cristina García y Ángel J. Rodríguez, del Hospital Vetersalud Segovia, que han respondido amablemente a mis cuestiones.
Cada vez más nos gusta viajar con nuestros animales, compartir con ellos nuestras vacaciones. En otros casos esos viajes son obligados. Pueden ser largos viajes en coche, en autobús, tren o avión (en trasportín con nosotros o en bodega. ¿En qué casos es recomendable una sedación?
Debemos preparar a nuestras mascotas (principalmente nos referimos perros y gatos) para dichos traslados. En estos casos podemos diferenciar entre perros y gatos y entre coche y el resto de medios de transporte. Los gatos, cuyo hogar está principalmente dentro de casa, a veces no aceptan muy bien el salir de este hogar. Para ello deberemos acostumbrarlos desde pequeños al trasportín. Nuestro objetivo es conseguir que entren y salgan sin problemas y toleren pasar ciertos ratos encerrados dentro, como parte de un juego de tiempo desconocido.
De esta manera podremos sacarlos de casa y subirlos a cualquier medio de transporte sin muchos problemas. Por supuesto el trasportín irá siempre cubierto para brindar una mayor sensación de seguridad al gato. Superada esta barrera deberemos sólo afrontar los problemas asociados al mareo principalmente. Para ello existen productos especializados en el mercado que carecen de efecto sedante, pero controlan muy bien las náuseas del mareo.
En el caso de los perros, podemos diferenciar entre el coche y el resto de medios de transporte porque el coche es un elemento cercano al que le podemos acostumbrar, igual que hicimos con el trasportín y el gato. Existen múltiples técnicas en positivo para convencer al perro del lugar tan seguro e interesante que es el coche de forma que finalmente, sólo tengamos que lidiar con las náuseas del mareo, nuevamente con productos específicos no sedantes. En el caso de viajar en otro medio de transporte, dependerá de la reacción de nuestras mascotas a los viajes, si viaja con nosotros o en un habitáculo diferente, acceso o no a la mascota durante el viaje, etc. Es en estos casos cuando podríamos plantear el uso de ciertos sedantes/tranquilizantes.
¿Cuál es el tipo de sedación, o los tipos de sedaciones más frecuentes?
Como sedación entendemos la obtención de relajación o calma por medio de productos químicos. Podemos hablar de tratamientos médicos y nutracéuticos/alternativos. Dentro del primer grupo los más usados son las fenotiacinas (siendo la acepromacina el más habitual) y las benzodiacepinas (diacepam, alprazolam). Las primeras consiguen que el animal esté más quieto, pero no calmado realmente, sólo que no puede expresarlo. Es decir, el animal es totalmente consciente pero no puede moverse, con lo que la experiencia puede ser más cómoda para el propietario pero aterradora para el animal. ¿Te imaginas como te sentirías tú si te ponen en contacto con algo que te aterroriza y no pudieras moverte?.
Las benzodiacepinas se han usado frecuentemente pero tienen el problema de que en algunos casos provocan “efecto paradójico”, es decir, lo contrario de lo que pretendemos. El animal con efecto paradójico puede presentar excitación, agresividad, etc.
Dentro del segundo grupo, como nutracéuticos encontramos las feromonas (Canina y felina) y la alfa-capsocepina. Todas ellas favorecen un estado de calma y bienestar que facilita la adaptación de nuestra mascota al nuevo entorno, tanto durante el viaje como al nuevo lugar al que lleguemos. Tienen al enorme ventaja de que no poseen efectos secundarios. Deben usarse según la recomendación del fabricante y nuestro veterinario nos podrá orientar sobre las que mejor se adapten o la mejor pauta de uso.
¿Hay circunstancias de la salud de nuestro animal que desaconsejen la sedación? ¿Conviene hacer pruebas antes?
Los sedantes antes mencionados no pueden usarse en todos los animales. Están contraindicados en general en caso de enfermedades cardiacas, hepáticas, renales, hipotensión, gestación y lactancia, epilepsia, …
Por supuesto también en caso de alergia al principio activo o a cualquiera de sus componentes. Por ello no se trata de “darle la pastilla del viaje”, sino de valorar la situación de nuestra mascota, su edad, enfermedades, edad, etc. Necesitamos la ayuda de nuestro veterinario para decidir no sólo el tratamiento más apropiado para el viaje a realizar sino también qué pruebas son necesarias. Un chequeo físico completo y una analítica de sangre general nos aportará suficiente información. En algunos casos convendrá realizar pruebas más específicas si existe alguna patología en la mascota o en las pruebas iniciales y/o el reconocimiento se encuentra algo anormal.
¿Qué debemos tener en cuenta como propietarios respecto al comportamiento del animal durante la sedación y en su recuperación?
Conviene que la mascota está controlada por su propietario en todo momento, de forma que pueda valorar las constantes vitales (latido cardiaco, frecuencia respiratoria, estado de consciencia,). La mascota deberá encontrarse en un lugar preferentemente con poca estimulación, lejos de ruidos, luces intensas, movimientos bruscos, … y con una temperatura ambiental elevada para compensar la pérdida de temperatura causada por la disminución en el metabolismo habitual. De esta forma obtendremos los mejores efectos relajantes de la medicación y la recuperación será pausada y sin sobresaltos que pueden hacer que nuestra mascota se dañe al levantarse de golpe con cierta incoordinación, por ejemplo.
Por desgracia, existen circunstancias como los viajes en la bodega de los aviones, que impiden esta supervisión y habrá que tenerlo en cuenta para decidir si sedamos o no a nuestra mascota.
¿Hay otras circunstancias, además de viajes o intervenciones claro, en las que la sedación sea recomendable?
Nuestras mascotas sufren los cambios tanto o más que nosotros. Por ello, un cambio de domicilio habitual o en vacaciones, un nuevo miembro de la familia (tanto humana o como mascota), cambios en la rutina de trabajo, obras en el domicilio o cercanías, etc., son todas situaciones que pueden generar estrés y por ello, más que sedación, lo que buscamos es aumentar el estado de bienestar y aceptación de estos cambios.
Otro caso especial es en los casos de la ansiedad por separación de algunos perros. Ésta es una enfermedad que debemos tratar con nuestro veterinario o con un etólogo (especialista en comportamiento animal) quien nos propondrá a veces un tratamiento médico. En ciertos casos, para evitar la ansiedad que genera la ausencia del propietario del domicilio en la mascota, puede estar indicada cierta medicación.
También recibimos preguntas frecuentes sobre tratamiento al miedo a petardos o fuegos artificiales, que para algunos perros son causantes de terror incontrolable.
¿Es útil combinar un abordaje etológico junto con la sedación para tratar la ansiedad por separación?
Como verás por las respuestas anteriores, la medicación tranquilizante tiene su función y momento de aplicación, pero gran parte de ella no es necesaria si aplicamos unas nociones de educación en positivo a nuestras mascotas. Querer compartir con ellos nuestros desplazamientos implica dedicar un tiempo a que se familiaricen con el coche, el trasportín, con gente nueva, situaciones imprevistas… De esta manera, ese tiempo dedicado a pasar ratos tranquilos en el trasportín, o dentro del coche, o en un aeropuerto, casas de amigos.
Y por supuesto, siempre partiendo de una buena educación básica de nuestra mascota, más concretamente de nuestros perros. Si en casa son animales nerviosos, no podemos pedir que en sitios nuevos sean tranquilos.
Por último. Por desgracia en foros a veces se encuentran recomendaciones e instrucciones para emplear fármacos para humanos. También abundan cada vez más los productos relacionados con la homeopatía. ¿Cuál es su recomendación al respecto?
El uso de medicamentos sin supervisión veterinaria, y más en el caso de tranquilizantes, es extremadamente peligroso y por tanto no lo podemos recomendar en ningún caso. En la actualidad existen suficientes productos de veterinaria, con efectos y dosis contrastadas, como para usar medicamentos de humana. Solo se deberían usar prescritos por un veterinario y en el caso de que no exista el medicamento con ese principio activo en los medicamentos veterinarios. Respecto a los productos homeopáticos, no suelen tener estudios que avalen su eficacia, por lo que no confiamos en su efecto.
La preciosa perra dorada de las imágenes se llama Trenca y tiene unos siete años. Es decir, toda una vida por delante. Está en la protectora de Segovia y esto es lo que cuentan de ella.
Es tímida pero nada que no tenga arreglo dentro de una familia que la quiera para siempre. Con los años en el albergue se ha convertido en una perra muy cariñosa, aunque con la gente que no conoce todavía recela, pero no por mucho tiempo. Le encanta salir a pasear y se porta fenomenal. Le gusta tumbarse a nuestro lado mientras la acariciamos el cuello y la hablamos dulcemente. Necesita una buena familia con paciencia.
Contacto: 659 91 42 11 formulario de contacto
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