Los perros pueden tener diabetes, claro que sí. También los gatos. Hay gente que se sorprende cuando lo escucha, como si fuera una enfermedad exclusiva de los humanos. Una enfermedad que hace no tanto era una sentencia de muerte prematura y que a día de hoy es perfectamente controlable y no impide hacer una vida normal, incluso extraordinaria siendo atleta de élite.
Lo importante es conocer cuanto antes esta condición y tratarla según las indicaciones que nos de los profesionales de la salud. Exactamente igual que los animales.
¿Cuándo debemos sospechar que nuestro perro o gato tiene diabetes? Los síntomas más obvios son una sed desmedida y orinar en exceso, incluso no aguantándose y haciéndolo dentro de casa en el caso de los perros o fuera de su caja de arena en los gatos. También pueden adelgazar sin motivo aparente.
Ante cualquier sospecha lo que hay que hacer es acudir al veterinario. Es sencillo diagnosticar una diabetes y el tratamiento para tener bajo control la enfermedad también es sobradamente conocido. Requiere un control de la dieta, del ejercicio, controles de glucosa, inyecciones de insulina y revisiones veterinarias periódicas.
Para más información sobre lo que implica la diabetes en un perro, extrapolable a los gatos, os recomiendo leer este tema de SrPerro. Y si se quiere profundizar aun mas está diabetes-perros.com.
No es nada que no sea manejable, pero implica complicarse algo más la vida de lo esperado cuando tienes un animal de compañía. También eleva los gastos de mantenimiento de un animal. Cuando está enfermedad llega a un perro o gago que ya es un miembro de la familia, muchos serían los que asumirían la responsabilidad y el coste sin dudarlo (no todos ni mucho menos, hay demasiados casos de gente que da la espalda a sus animales cuando enferman). ¿Pero quién abriría de entrada las puertas de su casa a un animal que ya se sabe enfermo?
Es muy difícil, encontrar un adoptante con esa generosidad no es tarea sencilla. Por eso Cecil necesita toda nuestra ayuda para encontrar ese hogar especial, ese que valore su preciosa sonrisa perruna, su alegría de cachorra y la devoción que está deseando entregar por encima de su diabetes.
Cecil tiene ahora unos cinco meses y me cuentan que es una cachorra tranquila y muy buena.
Se porta genial en su casa de acogida y se lleva muy bien con niños y otros perros. Cecil es diabética lo que implica llevar un control de su azúcar y para ello, además de comer un pienso especial, necesita pinchazos de insulina dos o tres veces al día, dependiendo de como estén sus niveles de azúcar. Cecil necesita una familia que comprenda sus necesidades y se comprometa a cuidarla.
Su adopción la está gestionando la protectora valenciana Spasav.
Para más información sobre Cecil el contacto es anadelacruz3001@hotmail.com
En el refugio que Spasav tiene en Picassent hay otros 120 animales esperando su segunda oportunidad. Os animo a visitar su web para conocerlos.
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