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Channel: Perras – En busca de una segunda oportunidad
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A todos los que trabajáis protegiendo a los animales: no desfallezcáis, porque sois muy necesarios

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Hoy quiero traer aquí una web que se llama Si mi perro hablara, os recomiendo que la añadáis a favoritos si os interesan los perros en concreto y el animalismo en general. En el timón de esta página está Alba Benitez, que además de periodista es etóloga, educadora canina y Técnica en Terapia Asistida por Animales.

Para recomendar su blog he decidido traer aquí algunos fragmentos de uno de sus contenidos: Alba recogía no hace mucho algo que a cualquier voluntario o trabajador de una protectora le sonará bien: Fatiga por compasión, el síndrome silenciado de veterinarios y cuidadores de refugio.

Charles Figley, director del Tulane Traumatology Institute,  acuñó, en 1995, el término Compassion Fatigue (Fatiga por Compasión o Desgaste por Empatía, en castellano). Actualmente, es un concepto en evolución dentro de la Psicotraumatología y se asocia con el “coste de cuidar” de otros, animales o personas, que padecen sufrimiento físico o emocional. Se considera una forma de estrés traumático secundario y está relacionada con el Burn-out o la desmotivación en el trabajo.

¿Por qué afecta a cuidadores, veterinarios y etólogos?

El día a día de refugios y protectoras es duro. Muy duro. Sobra decir porqué…

También lo es la realidad que viven algunos veterinarios en sus consultas al tener que atender animales gravemente heridos o enfermos. Y, otras veces, al verse obligados a lidiar con propietarios que no tienen precisamente como prioridad el bienestar de sus “mascotas” (aprovecho para descalificar el término “mascota”, que me parece muy desafortunado para describir a cualquier tipo de ser vivo).

Y luego están las vivencias de muchos etólogos o/y educadores caninos o felinos, que también deben hacer frente a la resolución de complicados problemas de comportamiento. En ocasiones, compartiendo el sufrimiento del animal y/o sus propietarios durante la terapia de modificación de conducta.

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A veces es preciso parar para poder continuar peleando por ellos, con frecuencia es necesario establecer unos límites para que el corazón aguante. Es lógico reservar fuerzas, esto es una carrera de fondo, una maratón para la que hace falta resistencia y no desfondarse.

Hace más de dos años dediqué un post a todos los que luchan por la protección animal, a todos los que tapan el sol con sus manos. Es un buen momento para volver a traerlo aquí, para volver a pedir que no desfallezcáis, porque sois muy necesarios.

Existe un gran problema de protección animal en este país; con miles de perros abandonados y mal atendidos, otros tantos que son ejecutados o maltratados sin apenas consecuencias, con camadas de raza naciendo todos los días para cubrir caprichos mientras la protectoras están llenas de animales que necesitan un hogar, con esa cría sin regular adecuadamente, con millones mirando hacia otro lado y muy pocos esforzándose por mejorar esa situación…

Por eso es normal que esos pocos desesperen, que abandonen voluntariados en protectoras, que el cinismo semille en ellos o que pierdan en parte la fe en el género humano. Se sienten como si taparan el sol con una mano y tentados de abandonar.

Pero, escuchadme, es que hace falta tapar el sol con la mano para no cegarse. Y hay que creer que llegará la noche, que llegará el momento en que la mayoría de la gente esté concienciada sobre ese problema de protección animal que vosotros conocéis tan bien. Comparad nuestra generación con la precedente. Imaginad la generación futura.

En los días más duros
recordad que estamos avanzando, poco a poco, con tanta sangre derramada como en el desembarco de Normandía, pero avanzando sin pausa.

Conservar la cabeza fría y el corazón cálido no es una lucha fácil, pero merece la pena pelearla. Seguid tapando ese sol que ciega, por favor. Yo os ayudaré en lo que pueda.

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Pili (la que tiene la mancha blanca más grande en el pecho) y Mili son dos cachorritas que tienen que encontrar cuanto antes casa de acogida o adoptante. Las abandonaron en la puerta del refugio y tienen unos cuatro meses. No crecerán mucho más.

“Son unas cachorras muy simpáticas, el refugio esta saturadísimo y los cachorros enferman, necesitan adopción o acogida”, me comenta MCarmen, que las está difundiendo y con la que comento que son malas fechas estas para encontrar adopciones y acogidas, con las vacaciones a la vuelta de la esquina.

Se encuentran en la protectora Sevillana “El buen Amigo” y se envían a cualquier punto de España.

Contacto: adopcioneseba@gmail.com


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