Las películas y series dan una visión muy equivocada de lo que es ir a adoptar a una protectora. En las pantallas se suele ver como llega una persona o una familia, se limita a escoger el animal que más tilín les hace, firma un impreso, se lleva una sonrisa y una palmadita en la espalda y a casa con el animal.
Es posible que haya perreras o protectoras en España en las que procedan así, pero ya os digo yo que no es lo habitual para que no os llevéis un chasco cuando piséis una.
En un buen centro de protección animal, uno que se toma en serio lo que hace, os harán muchas preguntas sobre qué vida vais a darle, os examinarán con lupa y cabe la posibilidad que se nieguen a entregar uno de sus animales si algo que contáis no les ha encajado. Es posible que alguna vez se equivoquen y nieguen una adopción que podría haber salido bien, pero no imagináis lo que los trabajadores y voluntarios de las protectoras han visto, lo que saben. Lo raro es que muchos mantengan la fe en el ser humano.
También puede ser que se nieguen a entregar el animal concreto del que el adoptante se ha encaprichado y recomienden otros. Es buena idea dejarse asesorar, ellos conocen bien a sus perros y gatos y lo que están buscando es encontrar un animal que encaje con el estilo de vida, conocimientos y carácter de los adoptantes. No creáis que están intentando colocar al animal que nadie quiere, porque un trabajador de una protectora no tiene nada que ver con un vendedor a comisión de cosméticos.
Y si la adopción tiene lugar, es muy posible que exijan requisitos como pasar por una esterilización o alguna visita de seguimiento posterior. Alegraos si os lo piden porque significa que estáis en un sitio en el que se preocupan por sus animales.
Tened también en cuenta que adoptar cuesta dinero, no os vais a llevar el animal gratis como también aparece en algunas películas. Es un coste ridículo teniendo en cuenta que suelen entregar a sus animales con todas las analíticas y vacunas, probablemente esterilizado si es adulto, con cartilla y chip puesto. El precio sería mucho mayor si os llevaseis al animal y tuvieseis que abonar todo eso en cualquier consulta. De hecho esa cantidad que se pide es un buen filtro para ver si se está ante un adoptante responsable que, en caso de que el animal enferme o tenga un accidente, estará dispuesto a pagar lo que sea preciso para que se recupere.
Todo el mundo asume que si adoptas un niño hay unos costes y te mirarán con lupa, pero muchos no entienden que al adoptar un animal, pese a que esté a un mundo de distancia, también existan ciertos controles y que les puedan dar un no como respuesta.
¿Queréis ver agradecimiento por haber adoptado? Volved a uno de los eventos que realice la protectora en la que habéis adoptado meses o años después con el mismo animal, que es probable que esté irreconocible por lo feliz y atendido. O mandadles fotos de lo bien que vive ahora.
Ahí sí.
El centro de protección animal de Valdemoro está hasta la bandera (arco iris, como podéis ver en la foto). Como está lleno, no admiten animales hasta que no salgan otros acogidos o adoptados, y tienen lista de espera.
En las imágenes podéis ver a Zero, un cachorro de apenas tres semanas que debe su nombre a Pedro Zerolo. Y también, a Dante, Ónix, Leya, Zorro y Malú, cinco hermanos que abandonaron en la protectora. Todos ellos necesitan un hogar, igual que los adultos que podéis conocer en el Facebook de Aiba.
Contacto: por whatsapp al 671358865 aiba.adopciones@gmail.com