Cuando esta misma semana escribí en el blog sobre los criadores de perros y como identificar a los mejores (aunque insisto en la importancia de adoptar, en que debería ser la primera opción para cualquiera), Juan Manuel Beltrán me pasó un enlace de un contenido que justo ese mismo día trataba del mismo tema en la portada de El Pulso.
@melisatuya @20m Graciosa la coincidencia: mira http://t.co/wl34WPVBRG Compañeros Olvidados, a ver que te parece. 100% de acuerdo contigo
— Juan Manuel Beltran (@letrasdenada) enero 13, 2014
Se llama Compañeros olvidados y es un artículo extenso y muy recomendable que os dejo extractado y recalcando algunos conceptos que me parecen claves. Probablemente no estéis de acuerdo con todo, probablemente haya cosas que puntualizaríais, pero de verdad que merece la pena leerlo para tener otros perspectivas.
Solo con el sentido común y entendiéndonos llegaremos lejos.
He estado relacionado con el mundo de las exposiciones y he visto de cerca el trabajo de buenos y de malos criadores. Abomino de las imágenes vacías de perros de diseño con anatomías exageradas y poco funcionales. He visto la degeneración del carácter y del tipo de demasiadas razas, incluida la tragedia del Pastor Alemán y su caída libre para acabar como sustento principal de veterinarios y laboratorios. Abomino de perros tímidos, huidizos y de esos discursos absurdos que pretenden justificar cualquier deficiencia grave, incluidas reversiones de estómago sin retirar de la cría a los progenitores que han transmitido esa y otras patologías, taras y carencias. Si no suponen descalificación en las exposiciones, la cosa trata de taparse y justificarse mediante cualquier absurdo discurso.
España tiene muy buenos criadores y tiene, como pasa con todo, muy malos criadores que además, tienen que competir con un comercio siniestro de cachorros que vienen de los antiguos países del este: República Checa, Rumanía, Bulgaria etc. El problema es que España es terreno abonado para esos malos comerciantes. Ni sabemos de perros ni valoramos como se merece el esfuerzo, el cariño y la atención de los buenos criadores. Son muchos los que compran perros buscando “la foto” y un precio irrisorio o incluso, el pago a plazos. Son los cachorros que acabarán abandonados al crecer, dando enormes problemas de salud y contribuyendo a que haya más y más camadas no controladas de dudosa salud y ningún sentido ni posible colocación.
Esto nos lleva al mundo de los refugios y el voluntariado, que despotrica del perro de raza olvidando que los perros abandonados son producto de una cría y tenencia irresponsable que nada tiene que ver con la cinofilia seria y sí mucho que ver con la estupidez y la irresponsabilidad de unos amos indignos cuyos perros pueden ser de raza o simples mestizos incontrolados y no esterilizados, medida que hay que recomendar y potenciar al máximo, me parece.
(…)
¿Soluciones? En primer lugar, mi consejo es no criar, no aumentar el número de animales cuyo destino no esté asegurado.En segundo lugar, prohibir y perseguir esas importaciones masivas que son ilegales. Estas navidades la Guardia Civil se incautó de más de 100 cachorros cuyo destino nadie conoce y que nos ha tenido a muchos pensando lo peor durante muchos días.
Tercero: salvo que estés dispuesto a pagar lo que vale un perro de raza con garantías, adopta un perro abandonado. A lo mejor, no tendrás un cachorro, pero podrás comprobar la maravillosa gratitud y fidelidad de un compañero leal que llenará tu vida de lo mejor que un perro tiene para ofrecernos.
Cuarto: En la duda, no tengas perro jamás. Viven más de diez años, necesitan cuidados y atención constante y eso condiciona la vida, tenlo en cuenta.
Quinto: comprar un cachorro de raza fuera de los criadores – a los que puedes y debes seguir en las exposiciones y certámenes de trabajo – es una vía de fomentar la cría irresponsable, sin control y fuente de ejemplares con muchos problemas. Acércate a ellos, a los buenos, estudia la raza, elige bien, ten paciencia y espera la con ilusión el nacimiento de un cachorro seleccionado y bien criado. Visita sus instalaciones, que te muestren perros criados por ellos y especialmente, esos perros sanos que superan los 10 y los 12 años. Es una experiencia encantadora, te lo aseguro.
Sexto: muy necesaria una normativa que controle la cría y que la gente se preocupe de que sus perros no se reproduzcan sin tasa. Un perro tiene que tener valor, mucho valor.
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A los que tanto esfuerzo dedican a cuidar perros abandonados les diría que no culpen a los buenos criadores del espantoso panorama que llena los refugios y a los buenos criadores les diría que se protejan más, que marquen y expulsen a los indignos, que restrinjan el número de ejemplares criados y que sigan el sueño de conseguir perros mejores, más completos y más funcionales cada día.
Estas dos cachorras que ilustran el post cumplen hoy tres meses. La negra y marrón, Molly, será de tamaño grande. Me cuentan que es muy cariñosa y tranquila. La negra es Meiga, será de tamaño mediano. Es más activa y alegre, muy cariñosa también.
Contacto: lupitacachorros@gmail.com